Este taller es una invitación a conectar con mi ser mujer a través del encuentro conmigo misma y con otras mujeres.
Crearemos un espacio de exploración y disfrute para dejar fuera, momentáneamente, las responsabilidades externas, deberes, trabajos y listas de tareas; y regalarme la oportunidad de conectar con todo mi ser. A veces, es necesario parar para poner atención al cuerpo y sus mensajes, sintonizar con una escucha profunda que me permita ser quien soy sin juzgarme ni exigirme. Tener pequeños oasis de calma y de bienestar es una manera de cuidarme, de valorarme.
Abriremos la posibilidad de conocernos un poquito más, a través de la exploración de nosotras mismas, de nuestros cuerpos, de la expresión de nuestra sexualidad y nuestra erótica, poniendo en juego la autocompasión y el amor propio: soy digna de amor por el simple hecho de existir.
Priorizaremos los cuidados en forma de presencia amorosa, en la mirada hacia mí misma y hacia las demás, poniendo el foco en lo pequeñito, en lo sutil. Dándonos la oportunidad de crear un laboratorio en el que poder experimentar desde mi vulnerabilidad, sabiendo que puedo sentirme sostenida. Sentir que puedo darme el permiso de vivir todas las partes de mi ser, mis luces y mis sombras, integrándolas para vivirme completa.
A través del juego podremos sentir como los placeres habitan en mí, mi cuerpo es el lugar del placer y se merece ser honrado y celebrado. Soltar y fluir en la sensualidad y voluptuosidad de nuestros cuerpos femeninos, celebrando la danza de la vida en ellos y el gozo de vivirlos en plenitud.
Transitaremos por distintas propuestas que implican el sonido de mi propia voz y su vibración, la consciencia en la respiración, el movimiento espontáneo y, sobre todo, la presencia.
Este taller va dirigido a mujeres, no es necesario tener ninguna experiencia en concreto, sólo ganas de reencontrarme conmigo misma en un espacio compartido con otras mujeres.
Objetivos:
2024 María Díaz Crujera